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UC - Críticas

País: USA.

Año: 2013.

Duración: 117 min.

Género: Drama.

 

Dirección: Jean-Marc Vallée.

Guion: Craig Borten y Melisa Wallack.

Producción: Robbie Brenner y Rachel Winter.

Fotografía: Yves Bélanger.

Montaje: Martin Pensa y Jean-Marc Vallée.

Diseño de producción: John Paino.

Vestuario: Kurt & Bart.

Distribuidora: Vértigo Films.

 

Estreno en España: 14 Marzo 2014.

Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.

Interpretación: Matthew McConaughey (Ron Woodroof), Jared Leto (Rayon), Jennifer Garner (Eve), Denis O’Hare (Dr. Sevard), Steve Zahn (Tucker), Dallas Roberts (David), Kevin Rankin (T.J.).

 

LA CONSAGRACIÓN DE McCONAUGHEY

 

Aplaudida por la crítica americana y avalada por el público, ‘Dallas Buyers Club’ ha sido considerada como la cuenta pendiente que aún tenía el cine con el SIDA. Aunque a nadie se le escapa tampoco la deuda saldada con Matthew McConaughey y Jared Leto (oscarizados por sus papeles aquí) que asumen unos roles históricos para un film de sorprendente tempo narrativo que sabe huir con inusitado talento tanto de la lágrima fácil como del chascarrillo ocurrente.




SINOPSIS: Ron Woodroof (Matthew McConaughey) es un vividor, mujeriego y drogadicto, que vive en la Dallas de los ochenta entre bares y rodeos. Hasta que un día le diagnostican SIDA y empieza una odisea por acceder a nuevos medicamentos fuera del país y traficar con ellos convirtiéndose así en el blanco de la Administración de Medicamentos que solo aprueba un suero llamado AZT.


 

El doble juego entre la contención del drama y el exceso propio de unos personajes deslumbrantes en manos de McConaughey y Leto es quizá el mayor logro de un film llamado a poner el dedo sobre la llaga del SIDA demasiado tiempo después de ‘Philadelphia’ (Jonathan Demme, 1993). Sin embargo salva la situación manteniendo las distancias entre ambos extremos con un precisión que, a la postre es lo que engrandece el film de Jean-Marc Vallée.



Si podría reprochársele que pase de puntillas por el género judicial, lo cual hubiera inflado la película, o que lastre adrede un cierto deje a telefilm mientras luce el plumaje y las ocurrencias de unos personajes que funambulan entre la decadencia y el exceso. Pero nunca caen, se mantienen en esa fina línea, a lomos de un toro bravo que sirve como metáfora para una película que asusta, enternece y frustra sin miramiento alguno.




UC (Manu Cabrera).

TRAILER